martes, 23 de abril de 2013

#18A. Poco y nada por hacer

Por Pablo Vazquez.


El Cacerolazo fue hace 5 días, menos de una semana y  parece una noticia tan vieja que estas líneas  podrían  considerarse  de archivo.
El jueves fui a sacar fotos, 200 más o menos y al menos 50 se merecen una nota aparte.  Soy vago para escribir por lo tanto resumo abajo algunas ideas. Nada nuevo encontraran.

En este zafarí fotográfico, encontré varios carteles que me obligan a pensar que no hay nada para hacer. Es la obligación del gobierno de turno escuchar las peticiones? Si. Debe actuar en consecuencia a ellas de manera obligatoria? No.
Muchos de los pedidos son tan incongruentes con la impronta ideológica del gobierno actual, que la única respuesta afirmativa la podrían encontrar en otro gobierno, en uno que justamente esté en las antípodas del Kirchnerismo.
Veo prácticamente imposible que el ejecutivo Nacional pueda trabajar sobre las peticiones de los nuevos caceroleros y si las acciones van en ese sentido, tendríamos en frente a otro gobierno, aun con los mismos funcionarios. 
La defraudación sería terrible, la juventud que se acercó a la política,  la militancia, que volvió a creer, a participar,  una vez más quedaría a la deriva.
Tantas discusiones, debates, cafés y defensas, que muchos hemos realizado en todos los ámbitos, se transformarían en la fiesta de lo que tanto repudiamos.
De  romperse  ese contrato, podría ser, quizás, la mayor desilusión de la militancia política  de los últimos 30 años. No sé si habría lugar para la culpa, pero sí, nos quedaríamos sin rincones, sin espacios creíbles, sin todo eso que ha generado el Kirchnerismo en aquellos que solo vivíamos la política desde el escepticismo y siempre esperábamos la trompada.





En  las últimas tres caceroleadas  encontramos carteles que requieren un párrafo arparte. Cuando los que antes tenían el sartén por el mango, no logran imponer sus políticas sociales, económicas, internacionales etc., recurren a un mensaje ciclotímico. A  la contradicción mas peligrosa para la democracia, que es la democracia sin democracia. Bueno, democracia. Muchos se basan en esta forma simplemente por la mala imagen y mayoritario repudio que tiene quebrar el orden institucional, aunque si los dejas hablar unos minutos solos caen en golpismo.
El descrédito que atribuyen al Poder Legislativo, por ejemplo es una de la maneras mas comunes para repudiar indirectamente al orden democrático. Claro que el edificio de Av. Rivadavia y Av. Callao no está ocupado  por las carmelitas descalzas. Me refiero a que a pesar de lo que se pueda decir de muchos de los que forman cualquiera  de las dos cámaras, fueron elegidos por el voto popular y sus decisiones van en línea, mayormente, con un proyecto que resultó ganador con más del 55% de los votos en 2011. La carga de  infames  traidores a la patria, desaparecería si traicionan a los ciudadanos que los eligieron. Solo avalan la traición, si es en beneficio de sus  creencias u operaciones de las que son víctimas.
No recuerdo carteles con ese nivel de agresividad ante el diputrucho en los 90´S.
Otra de las expresiones antidemocráticas con democracia, es enunciar  el fin del mandato Presidencial. Bueno, no quiero ser redundante, pero quienes alzan estas banderas son los mismos que se presentan en defensa de la democracia o acusan ser víctimas de una dictadura, curioso, no?


 









Argenzuela también ocupa el Ranking.  Durante muchas décadas, fuimos presos de una enemistad discursiva con muchos países de Latinoamérica. Era una de las maneras de asegurar el dominio regional  de las potencias en el hemisferio sur.
Desde los medios  se han construido una imagen de Venezuela un tanto errada.  Se la presente como una dictadura. Parafraseando a  Eduardo Galeano, una dictadura un tanto extraña, que ha ganado 15 elecciones (contando la ultima), Chávez fue el primer presidente en la historia mundial que puso  su cargo a disposición de la gente y gano por el 60% de los votos. Hay denuncias por falta de libertad de expresión según continúas publicaciones en todos los medios opositores. Extraña dictadura en la que incluyeron a cinco millones de personas sin derechos cívicos, sin poder acceder a la educación y la salud. Antes había un millón y medio de analfabetos que ahora se están educando, dice el periodista y  escritor uruguayo.
Cuando una elección es desfavorable según los deseos de cierto sector reaccionario de la sociedad, se denuncia  fraude. Siempre el pueblo es víctima de malas prácticas, sabotajes, engaños y malicia por parte del poder. Pero nada de esto se dijo en el 2009, cuando  Néstor Kirchner aceptó la derrota por apenas el 2% en la provincia de Buenos Aires en la elección de Diputados Nacionales.
Lo medios que demonizan a la actual Venezuela no incluyen en su relato el golpe de estado en el que destituyeron  a  Hugo Chávez en abril de 2002. Momento en el que sí se anuló  la libertad de prensa  y se violó  por completo la Constitución Nacional  y la división de poderes.
El momento de unidad regional que vive América del Sur es parte de las políticas que este gobierno tiene como prioridad. La integración permite un crecimiento en bloque y nos aleja cada vez mas de la cruel dominación de las potencias, no en su totalidad, pero sí no nutre de herramientas para defender nuestra soberanía. 





Entre tantas figuritas repetidas, no podía faltar la que denigra al otro. Ni siquiera es una cuestión de diferencias ideológicas, sino que es inteligencia, capacidad de pensar. Entre esto y el pancho y la coca o el vaso de vino, no hay diferencia.

En su justo derecho una parte de la población sale a la calle a protestar, en su justo derecho pide ser escuchada, en su justo derecho y también con obligatoriedad elige  representantes del poder  Ejecutivo y Legislativo a nivel Nacional y el resto de las jurisdicciones.
Ante tanta disparidad entre los pedidos y las acciones que caracterizan a este gobierno, ante tanta diferencia en las bases ideológicas con los  nuevos caceroleros, creo que el mayor problema no lo tiene el oficialismo, sino la oposición. Es ahí donde deben buscar una respuesta.








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