domingo, 1 de agosto de 2010

El niño yo no fui.

En un capitulo de los Simpson, Bart se convierte en el personaje del momento por haber destruido toda una escenografía y pronunciar la frase “ Yo no fui”. No hacerse responsable de su acto y exteriorizarlo espontáneamente, lo catapulto a la fama. Pero como todo lo que sin ningún tipo de talento o calidad toma un lugar de preponderancia, se desvanece con la rapidez misma que le brindo ciertos privilegios.

Me permito marcar un paralelismo entre la situación de Bart y el niño Mauricio, solo en la situación, ya que si debo elegir , claramente , Bart se llevaría todos los aplausos aun en los capítulos en los cuales lo proyectan como un hombre sin más futuro que lo que su precaria imaginación le permite desarrollar con un lapso de durabilidad no mayor a cinco minutos.

Volviendo al primer párrafo, la actitud tomada por Bart, es semejante a la del niño Mauricio. No responsabilizarse por sus actos, le ha dado réditos, pero a muy corto plazo. La continua excusa de que todo es una operación, ya no tiene sustento.

Las torpes explicaciones que ha dado sobre cada cuestionamiento lo dejan al descubierto y no soporta una sola repregunta. Como autómata repite el guion que sus asesores le formularon, cayendo en todo tipo de contradicciones.

Las frases fáciles, que demuestran su altísima e injustificable soberbia, parecen extraídas de una manual de Educación Cívica del antiguo Colegio Secundario. La democracia, la libertad, verdad, la igualdad, la justicia son repetidas por Macri hasta el hartazgo cuando debe responder claramente sobre las acusaciones que forman parte de su haber. Jamás da una respuesta clara, cargada de contenidos y hechos que permitan al receptor dudar sobre alguna de las cuestiones que mas lo comprometen.

Sin dudas Mauricio Macri se ha convertido en el Niño Yo no fui , y la etapa de declive se hace presente en esta estrategia tan cobarde como la de no hacerse cargo de nada , ni de su procesamiento , ni de los subtes , hospitales, escuelas , UCEP etc etc.

Todo es conspiración, al punto que él es su mayor conspirador.

domingo, 4 de julio de 2010

La peor cara


Tanto como en la previa al partido, se noto la presencia del futbol, pero en su peor faceta, en términos civilizados.

A pesar del sol, Buenos Aires, estaba oscura. Parecía una foto, con algo de movimiento. Era una ciudad en cámara lenta. Los autos, los taxis, los colectivos, todos avanzaban despacio, ya no tenía sentido correr.

Las personas, caminaban lento, con pie de plomo. Cada paso retumbaba en la cabeza de su dueño, cada paso estaba perdido, cada paso marcaba las tristeza.

No se escuchaban bocinas, nadie insultaba a nadie.

Fue todo tan extraño. Todos respetaban el dolor del otro, que en definitiva era propio. De haber un conflicto, no tengo dudas que ambas partes hubiesen terminado abrazadas.

De fondo una grupete de chicos alentaban a una selección derrotada. “Vamos Vamos Argentina Vamos Vamos a Ganar…” decía su anacrónico cantico. Claro 4 años para ellos no son nada y tampoco tienen plena conciencia de la importancia de este campeonato, y me refiero a este, al del 2010.

Este fue uno de esos días en que a pesar del sol uno solo percibe las sombras que este provoca.

Nadie quiere que salga el diario del domingo, ya no tiene importancia.

El azar de las cábalas, paso a formar parte de una historia que nadie recordara, ni siquiera sus gestores, por inútiles nomas.

Una vez más la duda se apodera de las creencias más profundas, dios dejo de ser argentino para distraerse en quien sabe qué cosa y desprotegernos ante una situación adversa que D10s , no pudo revertir , por imperfecto , mortal y nuestro.


sábado, 19 de junio de 2010

La ciudad de los Crispados.

Se dice que en el país de los miserables éxitos sistemáticos, existe una ciudad un tanto extraña. Tanto que lidera el federalismo y a su vez este se centra allí.

En la ciudad de los crispados, nadie tiene nombre, todos gozan de una ausencia de identidad ciudadana que los convierte en seres desinteresados por casi absolutamente todo lo que concierne a su coterráneo.

En la ciudad de los crispados, la histeria es la bandera. Todo puede excusarse con tan solo avanzar, sin importar a quien se pisa.

Los habitantes de esa tremenda ciudad, suelen ser personas contradictorias en todo aspecto. Dicen no ser egoístas, pero no ceden un centímetro de nada a no ser que genere algo a su favor.

Dentro de la comunidad de los crispados, hay miles de psicólogos y aun así hacen falta , y no es una suposición , sino que todos los consultorios de estos profesionales están llenos.

Los crispados tienen una base psicológica que llama la atención. Tienen la necesidad de estar enojados. Los crispados siempre cargan malestares en sus mochilas, luchan contra loa buenos días y sonríen solo cuando la ironía se apodera de sus frases.

Los crispados se las saben todas, son sabios, pero desconocen todo los que excede a su gran avenida que separa su ciudad con el resto del país. A los crispados, es muy fácil venderle paquetes turísticos.

En la ciudad de los crispados, no se practica la solidaridad, solo se espera.

En la ciudad de los crispados, no hay prójimos. Solo son millones de unos que se cruzan indefectiblemente con otros que entorpecen su camino.

Los crispados, siempre andan apurados. No importa si tienen tiempo, ellos corren, corren y corren. Corren contra un colectivo que no viene, contra un tren que ya cerró sus puertas y contra mano aun cuando es imposible llegar. El apuro hace de los crispados, gente sin tiempo.

Los crispados creen ser caritativos cuando por temor y prejuicios arrojan una moneda. Pero jamás dejan de simular su sueño para ceder un asiento.

La ciudad de los crispados se distingue por su extensión, su cantidad de habitantes, sus lugares turísticos y exóticos. La ciudad de los crispados, es un lugar soñado , excepto por los crispados.

Los crispados suelen ser ganadores orales, pero su gran mayoría solo hace grandes a unos pocos. Los crispados, compiten salvajemente, no dan puntada sin hilo. Los crispados son capaces de perder cosas invalorables por un poco de dinero.

Los crispados se hacen llamar electorado inteligente, pero no dudan en elegir incapaces para administrar sus fondos. A los crispados, suelen tomarlos por giles.

Los crispados son el centro de su país, ellos miden la sensación de la realidad. Es así, los crispados, no perdonan que aumente el boleto de colectivo y los panchos , pero jamás se preocuparan si algún tema gran importancia, incluso con características muy injustas o inhumanas afecta personas de otras ciudades.

Corporaciones privadas, políticas y públicas trabajan para los crispados. A nadie le conviene que los crispados se crispen por encima de lo normal, aunque para algunos es conveniente hacer de los crispados personas crispadísimas, ya que estos, sin analizar demasiado las situaciones se crispan cada vez mas y actuarían a favor de inescrupulosos intereses.

En la ciudad de los crispados, se mide la virilidad por la extensión temporal de las bocinas. Los crispados bocinean sin cesar. No importa si existe un motivo real , ellos simplemente hacen honor a su condición crispada. Insultan y en la gran mayoría de las veces huyen cuando un crispado de mayor envergadura de crispa.

La ciudad de los crispados, es un lugar hermoso, inigualable. La ciudad de los crispados suele ser alojamiento para los grandes pensadores, artistas, científicos ,docentes etc.

La ciudad de los crispados nos espera a todos con los brazos abiertos, nos da oportunidades y poco a poco ,te convierte en uno más , o mejor dicho ,en el único.


martes, 9 de febrero de 2010

Yo fui parte de la 12

Caminaba por la calle San Blas al 2000, una cuadra antes de cruzar la calle Boyacá, que como tantas otras, se llama avenida, aun teniendo una sola mano de circulación. Algunas vallas, cerraban el paso a los autos, claro a 200 metros esta la cancha de Argentinos Juniors.

Comenzaba el campeonato, y ese domingo se jugaba la primer fecha del clausura 2010.

El local se enfrentaba con el equipo del cual soy hincha, Boca Juniors. No soy un aficionado al futbol, a veces miro algunos partidos por TV, pero solo cuando no tengo mucho para hacer, y visitar el estadio Diego Armando Maradona, era una cuenta pendiente.

Ya en la esquina de Boyacá y San Blas, le pregunte a un oficial si estaban la boleterías habilitadas, la respuesta fue positiva, hacia una de ella me dirigí.

- Buenas Tardes. Una general por favor. Esta muy llena? Le pregunte al señor de la ventanilla.

Sin mirarme y con un tono irónico contesto

- Y… si no llenamos hoy!!!

Una respuesta obvia para una pregunta tan tonta, jugaba Boca, como no van a llenar.

La tribuna visitante estaba vacía, era muy temprano, así que iluso me senté en el medio a mitad de altura, una ubicación ideal. Este beneficio es por venir temprano pensé. Claro al que madruga… dice el dicho popular.

A las 19:45, entraron algunos hinchas de boca con unas bolsas de lona. Sacaron las banderas y sin preguntar mucho coparon mi lugar de privilegio. Poco a poco fui desplazado de mi casi platea general. Aun así, encontré otro lugar de preferencia, no era como el de antes pero se veía el campo con claridad, pero las banderas eran muchas, por lo tanto me debía conformar con ver de cerca un arco. Al menos la altura media la conserve.

Una tenue iluminación formaba parte de los preparativos.

-Por favor, dejen este espacio libre. – decía un muchacho muy educado.

- Por favor córranse, necesitamos este espacio del medio libre.

Así perdí el último vestigio de mi privilegiada ubicación. Todo el corredor de la media altura de la tribuna debía quedar libre.

Con la tribuna a un 75% de ocupación, se oían unos bombos que comenzaba a tapar los tímidos cantos del os aficionados.

El corredor seguía libre, nadie, ni por error se sentó en esa zona.

Los bombos eran cada vez más intensos. Se sentían como un ritual, un anuncio, su volumen opacaba cualquier sonido del estadio.

El corredor tomo sentido, un desfile de banderas comenzó a dárselo. Luego un montón de gente cantando. El desfile continuo con cinco trompetas, tres trombones, cuatro redoblantes y bombos, varios bombos, así la 12 decía presente.

Contagiaron sus cantos a todos, hasta un grupo de extranjeros ubicados en un rincón saltaban y sacaban fotos, en su tour de deporte de alto riesgo.

Todos cantaban, todos saltaban, todos, menso yo. Pocas veces fui a la cancha y siempre vi los partidos, sentado o en un rincón. Poco a poco, esa vibra llego a mí, era el único que no cantaba y estaba casi en el medio de la 12, no podía no cantar. Tranquilo y por una cuestión de imagen, canté.

Gol de boca. Todo se movía , un muchacho de pelo largo y algo excedido de peso me abrazo y gritaba el gol, gritaba y gritaba , su grito no tenia fin , yo también grite y lo abracé , a partir de ahí cada salto de él era un salto mío , abrazados cantábamos sin cesar.

Gol de Argentinos, el segundo tiempo prometía más que el primero. No está muerto quien pelea, por lo tanto a cantar, cada vez más fuerte. Las letras eran un poco violentas, intimidatorias hacia el equipo de boca y siempre terminaban en matar a una gallina o practicarle el sexo anal a un cuervo, esta gente la tiene con las aves.

“Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, los goles de Palermo que ya van a venir”.

Me aleje de ese grupo y a empujones me ubique en un lugar un poco más tranquilo, ya no podía, ni quería cantar mas. De lejos miraba a la 12, puedo asegurar que es imposible no contagiarse, un poco aunque sea, no paraban de cantar. No se enteraban de nada tampoco, el gol de Argentinos lo vivieron con tanta algarabía como el de boca, será una postura filosófica, inconsciencia o simplemente se tratara de esa cosas del futbol, desde la tribuna, todo se dice cantando, de hecho el empate significó que pasemos de la mutilación y violación de aves a poner huevos y ganar si queremos ser campeones.

Gol de Boca. Riquelme. Bien, en un segundo un tsunami de gente me arrastro hasta quedar al lado de un hombrecon cara de poco amigo, que al pasar también me abrazo para gritar el gol de boca.

Todo era una fiesta, volvimos a matar gallinas, violarnos cuervos, y destruir academias muertas que descienden.

Ya no aplaudíamos los goles de Palermo por adelantado, porque su posición en la cancha la ocuparía el joven Viatri. Ya estaba prácticamente todo dicho, se ganaba la primera fecha de visitante, pero… un centro se convirtió en el primer gol de Argentinos y otro en el segundo.

Las aves consiguieron la paz y académicos pasaron al olvido y ahora se les explicaba a esos muchachos de la defensa, que si la 12 canta ellos tiene que jugar bien.

Llegue a mi casa, un domingo que prometía ser uno más paso a ser muy particular, con tan solo un impulso. Fui parte de una persona que se hace llamar la 12 y está formada por cientos de voces en un principio y en minutos miles. Me fundí en un abrazo casi de hermandad con personas, que por prejuicios puros, no pensé que tenía algo que compartir. Fue una buena noche. Del empate mejor no hablo, de eso ya se encargaron otros.
Paul