domingo, 1 de agosto de 2010

El niño yo no fui.

En un capitulo de los Simpson, Bart se convierte en el personaje del momento por haber destruido toda una escenografía y pronunciar la frase “ Yo no fui”. No hacerse responsable de su acto y exteriorizarlo espontáneamente, lo catapulto a la fama. Pero como todo lo que sin ningún tipo de talento o calidad toma un lugar de preponderancia, se desvanece con la rapidez misma que le brindo ciertos privilegios.

Me permito marcar un paralelismo entre la situación de Bart y el niño Mauricio, solo en la situación, ya que si debo elegir , claramente , Bart se llevaría todos los aplausos aun en los capítulos en los cuales lo proyectan como un hombre sin más futuro que lo que su precaria imaginación le permite desarrollar con un lapso de durabilidad no mayor a cinco minutos.

Volviendo al primer párrafo, la actitud tomada por Bart, es semejante a la del niño Mauricio. No responsabilizarse por sus actos, le ha dado réditos, pero a muy corto plazo. La continua excusa de que todo es una operación, ya no tiene sustento.

Las torpes explicaciones que ha dado sobre cada cuestionamiento lo dejan al descubierto y no soporta una sola repregunta. Como autómata repite el guion que sus asesores le formularon, cayendo en todo tipo de contradicciones.

Las frases fáciles, que demuestran su altísima e injustificable soberbia, parecen extraídas de una manual de Educación Cívica del antiguo Colegio Secundario. La democracia, la libertad, verdad, la igualdad, la justicia son repetidas por Macri hasta el hartazgo cuando debe responder claramente sobre las acusaciones que forman parte de su haber. Jamás da una respuesta clara, cargada de contenidos y hechos que permitan al receptor dudar sobre alguna de las cuestiones que mas lo comprometen.

Sin dudas Mauricio Macri se ha convertido en el Niño Yo no fui , y la etapa de declive se hace presente en esta estrategia tan cobarde como la de no hacerse cargo de nada , ni de su procesamiento , ni de los subtes , hospitales, escuelas , UCEP etc etc.

Todo es conspiración, al punto que él es su mayor conspirador.