lunes, 21 de septiembre de 2009

Ley de Servicios Audiovisuales.


Muchas veces alcanza ver como se mueven algunas fichas en un tablero político para saber para qué lado hay que correr sin hacer mayores análisis.

Nunca me caracterice por ser oficialista o por creer en los proyectos políticos que han servido de bandera en los últimos años y tampoco harè la excepción con el presente.

En las últimas semanas se agudizò la pelea entre el gobierno y algunos medios, ante el tratamiento de la Ley de Servicios Audiovisuales.

Para empezar cualquier ley que emane de la democracia es mejor que una con origen en una dictadura , y cuando digo cualquiera , es porque al menos tuvo un debate ,vacio , sin sentido , con un quórum cantado , o lo que se les ocurra , el hecho que el escrito sea sometido a una estructura democrática , es mejor , en todo caso deberíamos plantearnos qué tipo de legisladores tenemos.

Luego de una leída al proyecto, el único punto que me provocaba rechazo y dudas era la idea que las telefónicas intervengan en la distribución de señales de T.V por cable. A pedido del Partido Socialista y el bloque de Pino Solanas fue eliminado junto a otros ítems que se sometieron a cambios.

Los esfuerzos de la oposición y la corporación mediática, por desinformar sobre el tema en defensa de sus intereses económicos, cada vez más lejanos de los informativos, es más que evidente y en estas operaciones quedan presos varios periodistas, algunos por ser simples empleados de muy bajo rango, y otros, hasta ahora vistos como señores periodistas, por lame botas de los señores propietarios.

Una nueva ley que regule los espacios que ocupan los medios y los grupos económicos que operan en ese mercado, es mas que necesaria. No solo por el efecto que provoca una línea monopólica de información, consecuente con los negocios que hace, sino por aquellos que hoy no tienen voz, ni aire para hacer su trabajo.

La media sanción, gozó de un proceso democrático, como pocas veces se viò en el congreso, la negociación sobre el contenido y los cambios producto del intercambio de ideas, entre las partes intervinientes y la posterior votación afirmativa, por actores políticos claramente opositores al gobierno, son una señal del buen funcionamiento del congreso en este tema.

Que esta administración tiene un sinfín de puntos flacos casi escuálidos es cierto, pero en este , han sabido llevar adelante un proyecto que sin dudas hará de nuestro país un terreno más democrático, al menos en materia medios.

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